Lo encontraron
luminoso, verde, en el campo.
Cuando levantaron sus manos
la hierba debajo de ellas se había convertido en corazones.
Se dice:
tallos de trigo florecían bajo sus mangas.
Se dice:
los pájaros llevaban su sangre
a sus queridos primos.
Él regresará
florecido de volcanes,
y llenará de nuevo los pechos de su madre.
Cuando lo encontraron verde como la luz
lo envolvieron con capullos de rosas,
extendieron el cielo para recostarlo
e hicieron del sol su almohada.
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