domingo, octubre 15, 2023

«La amapola roja», de Louise Glück

Traducción de Juan Carlos Villavicencio




(1943-2023)

 

Lo más grandioso
es no tener
mente alguna. Sentimientos:
oh, de esos tengo; ellos
me gobiernan. Tengo
un señor en el cielo
llamado sol, y para él
le abro, y muestro,
el fuego de mi propio corazón, fuego
como su presencia misma.
¿Cómo podría existir una gloria así
sino siendo un corazón? Oh hermanas y hermanos,
¿les gusté alguna vez, hace tanto tiempo,
antes de que fueran humanos? ¿Se
permitieron abrirse 
una vez, sabiendo que no se abrirían
de nuevo? Porque de verdad
estoy hablando ahora
en la forma en que ustedes lo hacen. Hablo
porque estoy destruida.




en The Wild Iris, 1992















The red Poppy

The great thing / is not having / a mind. Feelings: / oh, I have those; they / govern me. I have / a lord in heaven / called the sun, and open / for him, showing him / the fire of my own heart, fire / like his presence. / What could such glory be / if not a heart? Oh my brothers and sisters, / were you like me once, long ago, / before you were human? Did you / permit yourselves / to open once, who would never / open again? Because in truth / I am speaking now / the way you do. I speak / because I am shattered.












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