Hizo cosas muy sencillas:
bajar del árbol,
encender la chimenea,
dar la espalda al brillo de las llamas,
caminar en la penumbra.
Perdido dentro de sí mismo
inventó una pequeña teoría.
Fabricó un avión de papel con un boleto de micro.
Lo lanzó por la ventana.
Buscó la clave, la razón de todo esto.
Miró el reloj
y entre dos brillos apagados
destruyó su mundo,
tan pequeño, solitario
y tan sencillo.
en Poesía ante la intertidumbre (Antología), 2011
Visor Libros
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