Tadeo Velásquez, central del Tricolor
y Amado Millán Manquilepi, del San Luis de Lin Lin
jugaron su propio partido en Achao
Los cruzaron en la cancha más oscura y sin faroles
Podían intuirse hasta los descuentos
Habían metido un gol, dicen, afuera del partido
Aunque nunca en su bendita inocencia gritaron por la UP
No ganaron la Libertadores ese año
y Teniente Rastrillo
precisamente no era uno de sus hinchas
Estuvieron, me cuentan, frente a un arco vacío
esperando
una o dos Tarjetas
Más rojas que el horizonte.
en La iluminada circunferencia, 2006
No hay comentarios.:
Publicar un comentario