miércoles, septiembre 20, 2023

“Coronación de Enrique Brouwer”, de Clemente Riedemann





No bien hubo traspasado el pórtico

que sólo a los felices les es permitido franquear,

vinieron a él sus mujeres más discretas;

cubrían con sedas sus amables pechos

y lucían flores en sus cabezas;

 

Sobre un cojinete de raso del color del mar

traían la corona y se la ciñeron;

él y ellas sonreían, no había apremio alguno

en sus semblantes; le entregaron las llaves del puerto

donde moran las almas de los que navegan;

 

Le preguntaron cuál era su voluntad

y él dijo: ¿Han visto por aquí a mi padre?

En la otra orilla, respondieron.

Necesito un barco, ordenó el Almirante.

Y, desde entonces, anda Brouwer, errante

por las constelaciones.

 

 

 

en Una casa junto al río (Antología), 2016

Descontexto Editores

 













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