Traducción de Juan Carlos Villavicencio
Si sólo pudiera volver a ver
La casa por la que pasamos en el largo camino flamenco
Ese día
Cuando desde Amberes, a través de Brujas, el Ejército llegó al mar;
La casa con la delgada puerta,
Y la estrecha fila de persianas, gris como el polvo en la muralla blanca.
Se levantaba allá abajo y sola en la llana tierra flamenca,
Y detrás de ella los delgados árboles altos se veían pequeños ante el cielo.
A través de las ventanas borrosas
Parecía los ojos de una mujer que han llorado demasiado.
Ahí no hay nadie a quien conozca,
Nunca me senté junto a su chimenea, ni he cruzado su umbral, ni he abierto su puerta,
Nunca me paré frente a sus ventanas a mirar adentro;
Sin embargo sus ojos decían: ‘Has visto cuatro ciudades de Flandes:
Ostende y Brujas y Amberes en ruinas,
y la querida ciudad de Ghent;
Y a ninguna de ellas las vas a recordar
Como ya lo haces conmigo’.
Recuerdo demasiado bien,
Que en la noche, en la noche no puedo dormir aquí en Inglaterra;
Pero me levanto y voy:
No a las ciudades de Flandes,
No a Ostende y al mar,
No a la ciudad de Brujas, ni a la ciudad de Amberes, ni a la ciudad de Ghent,
Sino a algún lugar
En los campos
Donde los delgados árboles altos se veían pequeños ante el cielo.
Si sólo pudiera volver a ver
La casa por la que pasamos ese día.
en A Journal of Impressions in Belgium, 1915
After the Retreat
If I could only see again / The house we passed on the long Flemish road / That day / When the Army went from Antwerp, through Bruges, to the sea; / The house with the slender door, / And the one thin row of shutters, grey as dust on the white wall. / It stood low and alone in the flat Flemish land, / And behind it the high slender trees were small under the sky. // It looked / Through windows blurred like women's eyes that have cried too long. // There is not anyone there whom I know, / I have never sat by its hearth, I have never crossed its threshold, I have never opened its door, / I have never stood by its windows looking in; / Yet its eyes said: 'You have seen four cities of Flanders: / Ostend, and Bruges, and Antwerp under her doom, / And the dear city of Ghent; / And there is none of them that you shall remember / As you remember me.' // I remember so well, / That at night, at night I cannot sleep in England here; / But I get up, and I go: / Not to the cities of Flanders, / Not to Ostend and the sea, / Not to the city of Bruges, or the city of Antwerp, or the city of Ghent, / But somewhere / In the fields / Where the high slender trees are small under the sky— // If I could only see again / The house we passed that day.
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