Esa tarde de otoño
un sol espléndido en Chang’an
¡Qué gozo!
Sentado en las escaleras del edificio
de la facultad donde trabajo
como un borracho sin soltar la copa
me encuentro ebrio por las luces del sol
Media hora de luz solar
equivaldría a la energía de tres copas de vino
Mis ojos embriagados
ven estas luces
como un licor que,
entre los extensos vasos sanguíneos
de un cuerpo blanco bajo rayos X,
corre a toda velocidad
en Poesía china contemporánea, 2019
Simplemente Editores
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