A través de la historia y del tiempo, muchos hombres alcanzaron hasta el recinto de la Ciudad. Fueron los náufragos, los que alguna vez abandonaron padre, madre, esposa, hijos, y no regresaron más.
¿Dónde fueron? ¿Qué se hicieron...?
Llegaron a la Ciudad de los Césares, a la Ciudad Encantada. Algunos son simples sirvientes de la Ciudad; otros, sus señores. La mayor parte de ellos son del siglo XVI; pero también hay quienes en nuestro tiempo han forzado sus muros. Allí están. Allí nos esperan.
en La flor inexistente, 2004
(Primera edición en Chile)
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