El cielo es un gran lago el lago
es un pequeño cielo
(En este sanatorio se oye gritar hasta las piedras
los pinos como grandes dedos fuera de la tumba
reciben de la luna sólidas sombras
sombras de humo negro o de granito
Quisiera volver a El Salvador
pero no sé si es un país soñado
un deseo tan sólo
hijo del fuego verde de mi enfermedad)
El insomnio es una red roja o violeta
un pozo sin fondo
que ni el amanecer soluciona
un crucifijo en llamas
que no termina nunca de quemarse
¿Fue eso una remota campana
o el corazón?
De nuevo son las cuatro
de la mañana
en El turno del ofendido, 2000
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