“Los poetas de la nada”, de Santiago Elordi

“Hay que ver como escriben
Para darse cuenta
Que nada saben del pentámetro yámbico
Los publicistas en el fondo son unos copiones
Siempre una modelo y el cielo
Una modelo y el mar
Una modelo y la montaña”
Aclaran los poetas de la nada
Cuando se refieren a los publicistas
Ellos en cambio, los poetas de la nada
Si de copiar se trata
En dos segundos inventarían
Un slogan para cereales
Un viejo antipoema para las cajas de vino
Lo que pasa es que a los poetas de la nada
La verdad les da lata
Soltar la imaginación por plata
Ellos los poetas de la nada no tienen clientes
Tienen lectores sensibles que aparecen y desaparecen
En el cielo
En el mar
En la montaña, por supuesto
¿Sus gustos? Los de cualquier hijo de vecino
La belleza, el ocio y la bebida
Oh captain, my captain
Con todos los versos que recuerdan los poetas de la nada
¡Podrían hacer que los cóndores volaran marcha atrás!
Pero los poetas de la nada
Sospechan que el país es un sueño
Y miran a la patria desde la otra orilla
O a veces prefieren no mirarla
A su dulce madre
Llena de esperanzas
Y por lo mismo triste, demasiado triste
Pagando sus clínicas de rehabilitación

en Los ingleses de Sudamérica, 2010