(1941-2021)
Yo vivía en un barco
En el rincón más dulce de ese barco
En cubierta crujían las sogas y los fierros
En el cuarto más dulce yo escuchaba
Escuchaba a cubierto de lluvias y de vientos
Adorando como un náufrago a la dueña del viaje
A la que doy
Temblando
Mi precario bagaje.
Ella es mi salvadora
Por lo tanto
Mi dueña.
Me pregunto si sabe que es mi dueña
Si sabe
Que hay un náufrago entre el vino
Y el viento
Si se da cuenta
Que en cada beso le doy mi última humedad
Casi mi vida.
Es una frase grande
Reconozco
Pero un náufrago
Se puede permitir ciertas licencias
Y además
¿quién podría decir que no es verdad?
Amo a ese barco.
Amo el susurro de los árboles
Lejos
Amo el sonido de sus pies sobre el suelo
Desnudo
Sobre todo
Cuando viene hacia mí
Amo su gesto
De hacer el pan
De encender el fuego
De mirar en la noche. Amo
Su piel amada
Su cintura en mis labios
Amo sus ojos
En el éxtasis
La dulzura final
El milagro sagrado.
Hasta amo
Sin quererlo
Sus silencios.
Yo vivía en un barco
De hecho
Sigo ahí
Para siempre. Y si mi cuerpo se hunde
Pienso que algo insistirá
Insistirá
Insistirá
Y alguna vez
Tal como en esas viejas casas de madera
Un aire loco
Enloquecido
Susurrará esa palabra que sólo ella conoce
Que sólo yo conozco
Y quedará
Por un momento
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