[Roser Bru] expone en el salón de la CTC y nosotros estuvimos ahí para entrevistarla. La exposición se titula «Las Enseñanzas de Goya», comenzó el 24 de Marzo y finaliza el 23 de Mayo.
Además de la obra se exhibe permanentemente un vídeo en donde se entrevista a la artista, muy interesante, si eres de Santiago o andas por estos lados, no te pierdas esta oportunidad.
Roser Bru nació en Barcelona, España, vive la monarquía, un primer exilio en Francia (1924-1929), la República y la Guerra Civil. En 1939 los republicanos pierden la guerra y debe huir de España con su familia a Francia, donde son traídos como refugiados a Chile en el barco Winnipeg.
Aquí en Chile estudia y trabaja dedicando su vida al arte y formando parte de nuestra historia, nunca pierde el contacto con su lugar de origen, Barcelona, teniendo así dos tierras.
¿Cuándo llegó a Chile?
Llegué el año 1939, en el Winnipeg, este Septiembre van a ser 60 años, llegué el día que empezaba la segunda guerra mundial, lo que es muy significativo.
¿Dónde estudió y con quién?
Yo estudié como alumna libre, porque trabajaba en la mañana y en la tarde iba a Bellas Artes, en el Parque Forestal, entonces hice muchos cursos, hacía acuarela, croquis, después más tarde, ya casada entré en pintura, hice pintura al fresco y después estudié grabado en el «Taller 99», con Nemesio Antúnez.
¿Era muy fuerte esa época para usted, el momento de la guerra mundial?
Era muy fuerte porque comprometía a todo el mundo, era una guerra entre el pensamiento mundial porque, por un lado estaban los aliados y por el otro Hitler, que estaba invadiendo todos los países.
Entonces el hecho de usted haber venido de allá de España…
Bueno, yo tengo una infancia con 3 años de la guerra civil y Chile y México eran los únicos que recibían por el gobierno, el Frente Popular, y en México también, en Chile llegó un barco, que lo organizó Neruda, que es el Winnipeg y en México llegaron más barcos y después ya se hizo la guerra asique ya no, asique es una casualidad también que llegáramos a Chile, todo el mundo quería irse de Francia porque ellos ya tenían máscaras de gases y nosotros no teníamos ni papeles para sobrevivir ahí. Yo acababa de cumplir en Francia, pasando la frontera, 16 años.
Y eso influyó mucho en su obra…
Bueno, esas cosas no se quitan.
¿Se identifica con alguna corriente artística en especial o con alguna generación de artistas?
Siempre he sido figurativa, como una especie de porfía, cuando todo el mundo era abstracto, yo seguía un siendo figurativa, digamos relativamente, porque es una figuración muy libre y como generación.
Cómo generación, un poco pertenezco, porque soy cuatro años mayor, de esta generación del «60» que es Balmes, la Gracia Barrios, Egenau, Nuñez y Bonatti que está fuera de Chile. Estos eran un poco mis compañeros en las clases con Pablo Burchard y ahí hice pintura y el Taller 99 empezó después, el 58, ahí yo fui compañera de todos los que empezamos en ese taller de grabado. Antúnez venía de afuera y creó este taller y ahí pues salió toda una corriente del grabado que ha dado forma a todos los talleres, el grabado como expresión importante en Chile y además como expresión muy libre, ya no necesitabas ser pintor, podías ser grabador.
¿Y muchos pintores aprendieron grabado en esa época gracias a ese taller?
Sí, sí, eso es bien importante.
¿Ha cambiado el medio artístico Chileno durante el tiempo que lleva inserta en él?
Bueno ha cambiado y en el mundo ha cambiado, también, porque ahora inventaron que todo era dinero y éxito, entonces eso es muy peligroso. El éxito es muy peligroso.
Por ejemplo nosotros todos hacíamos exposiciones y las hacíamos como un acto cultural, se suponía que no vendíamos, nadie vendía. Ahora te hablan, ¿Cómo te fue? ¿Vendiste? Eso es una cosa que nadie te preguntaba. Se suponía que no se vendía, que era un acto netamente cultural.
¿El hecho de ser artista y mujer es de alguna manera más complejo?
Más complejo es, porque por ejemplo, por esto que yo soy de esta generación cuatro años mayor, porque yo entremedio ya había tenido una hija, entonces yo iba a la Escuela de Bellas Artes, pero iba temprano, a las 12 iba a buscar a una hija que tenía en el colegio, o sea, la mujer tiene un proceso, lo tiene que reinventar, lo tiene que forzar un poco, porque hasta que no tiene un cuarto propio, como decía la Virginia Wolf, si tú no tienes un cuarto propio, tú no puedes ser.
¿Lo que hace más complejo ser mujer es la maternidad o también el medio?
Todo, todo lo que pasa en el mundo te modifica ¿no? Todo.
Cuéntanos un poco esta exposición…
Bueno, esta exposición hace referencia a que Goya es una persona que trabaja en su época, cuando pasan las cosas, esta cosa de los grabados y pone títulos y los títulos significan mucho aquí, hay varias vitrinas donde hay títulos, cada grabado tiene manuscrito un título, entonces hizo series y una serie muy importante es «Los Desastres de la Guerra». Yo entonces retomo otra vez este disparate, y seguimos inventando guerras, cuando yo comencé el trabajo para esta exposición todavía no había pasado lo de Kosovo, ahora desgraciadamente puedo añadir que ha habido una matanza en un colegio en Estados Unidos que es pavorosa.
en Escáner Cultural, Nº5, 1999
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