martes, marzo 16, 2021

«www.contelaciondeloscaidos.cl», de Nona Fernández Silanes





Estrella HD89353: Mario Argüelles Toro. Estrella HD90972: Carlos Berger Guralnik. Estrella HD85859: Haroldo Cabrera Abarzúa. Estrella HD70523: Carlos Escobedo Caris. Estrella HD 70442: Jerónimo Carpanchi Choque. Estrella HD70761: Bernardino Cayo Cayo. Estrella HD72310: Luis Alberto Gahona Ochoa. Estrella HD73495: Daniel Garrido Muñoz. Estrella HD73752: Luis Alberto Hernández Neira. Estrella HD73840: Manuel Hidalgo Rivas. Estrella 74745: Jorge Rolando Hoyos Salazar. Estrella HD75605: Domingo Mamani López. Estrella HD78541: David Miranda Luna. Estrella HD78702: Hernán Moreno Villarroel. Estrella HD80479: Rosario Muñoz Castillo. Estrella HD80586: Milton Muñoz Muñoz. Estrella HD82205: Víctor Ortega Cuevas. Estrella HD82232: Rafael Pineda Ibacache. Estrella HD72908: Carlos Piñero Lucero. Estrella HD82734: Sergio Ramírez Espinoza. Estrella HD83380: Fernando Ramírez Sánchez. Estrella HD83754: Alejandro Rodríguez. Estrella HD84117: Roberto Rojas Alcayaga. Estrella HD84367: Jorge Yueng Rojas. Estrella HD866267: José Saavedra González. Estrella HD80479: Luis Moreno Villarroel.

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Cuando era muy niña y preguntaba por las estrellas, mi madre me ofrecía por respuesta una delirante teoría. Decía que allá lejos, en el cielo nocturno, lo que había era gente chiquitita que intentaba comunicarse en clave a través de espejos. Como una especie de morse luminoso que mandaba reflejos a modo de mensajes. Durante mucho tiempo creí en esa loca teoría y asumí que esos mensajes enviados por la gente chiquitita desde el cielo eran para saludar y constatar que ahí estaban, pese a la distancia y la oscuridad. «Hola, estamos aquí, somos la gente chiquitita, no se olviden de nosotros». Sus saludos nunca se apagaban, dejábamos de verlos durante el día, pero siempre estaban ahí. No importaba si no mirábamos hacia arriba, no importaba si estábamos encerrados en nuestras casas en la ciudad, cubiertos por la contaminación, encandilados por luces de neón y afiches publicitarios, insensibles a lo que ocurre sobre nuestras cabezas; los saludos de esa gente estaban y estarían ahí todas las noches de nuestras vidas, iluminando para nosotros.

Ahora sé que el recordado Mario Argüelles Toro está allá, en la estrella HD89353, haciéndonos señas, intentando hacer contacto con sus pedazos de espejo roto. Su luz del pasado instalada en nuestro presente, aclarando como un faro la temible oscuridad.

Mando este saludo cariñoso para su familia y en especial para Violeta Berríos, su viuda.

Nona Fernández Silanes.

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Soy la madrina de una estrella que se llamará Mario.

Soy la nebulosa en la que se prepara su esperado nacimiento.





en Voyager, 2019








Fotografía original de Massimiliano Minocri 














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