Mi
túnica todavía está empapada
en el sutil aroma de tu esencia,
en ese aroma inolvidable y fino
de nardos y violetas.
Mis
manos sostienen junto al pecho
la delicada seda de tu carta.
Si la vieras, ¡cómo la han dejado
los ríos de mis lágrimas!
Un doble
nudo ciñe a mi cintura
el lazo entretejido por tus manos.
Si tan solo uniéramos nuestros corazones
con la misma trama de tus brazos.
Y en
esta ausencia que anonada y mata
el verdadero amor vive escondido,
como se esconden, para no ser cortados,
los juncos y los lirios.
en el sutil aroma de tu esencia,
en ese aroma inolvidable y fino
de nardos y violetas.
la delicada seda de tu carta.
Si la vieras, ¡cómo la han dejado
los ríos de mis lágrimas!
el lazo entretejido por tus manos.
Si tan solo uniéramos nuestros corazones
con la misma trama de tus brazos.
el verdadero amor vive escondido,
como se esconden, para no ser cortados,
los juncos y los lirios.
en Poesías de la
Antigua China, 1949
Traducción de Romeo Salinas
2 comentarios:
Buen poema. Para mi gusto, una traducción demasiado españolizada.
Exactamente la misma impresión del Sr.Catalan acerca del poema.
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