usó tres chapas y un terno azul.
Un padre de familia sencillo / humilde
que se tiñó el pelo
y se cambió de casa muchas veces.
Su mujer nunca supo quién era él.
En el tiempo del gas sarín pudieron mandarlo a matar.
Mi sujeto fue un hombre solitario.
No tuvo que salir mucho a la calle.
Una persona le llevaba sus recados.
Nunca mirar para atrás en las aceras.
Se aseguró que nadie lo siguiera
en las vidrieras de los negocios.
A cada rato se jugaba la muerte mi sujeto.
Era un hombre muy solo.
Perteneció a las muchedumbres vencidas
que llegaron a cubrir el país desde Arica a Magallanes
mi pobre sujeto de la enunciación.
Hoy está botado como un perro.
1 comentario:
muy interesante lo que escribes abrazo desde el mar
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