martes, noviembre 17, 2020

“Raíz”, de Juvencio Valle





Yo te sé desde el fondo oscuro, en donde apenas
comienzan a despertar los peces fríos
y el sonido de la campana llega muerto
y el agua está apegada a la costra de la tierra.
Ahí donde se inicia el borde de la sílaba,
desde el arranque mismo de la uña
hasta el remate delgado de la ola.
 
Ahí encuentro tu estación, alto diamante,
cojo tu largo espejo y lo disperso en hebras;
y arroz me digo, arroz caído de repente,
porque me empuja un río de poderoso cuerpo
y una fiebre imperial que sopla hasta en mi pelo
me inunda de emanaciones como a un huerto.
 
Ahí me mojo las manos, y qué bien me salpico
las sienes con sal y harina líquidas;
quiero ser libre, abrirme el pecho e irme
túnel, océano y territorio adentro,
quiero alzar la mano llena de aureolas y símbolos
y ahogarme todo entero en ese incendio.



en El viejo lenguaje de las hojas (Antología), 2019
Descontexto Editores

Originalmente publicado en El hijo del guardabosque, 1951














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