UNO DE ELLOS
—un peón petrificado entre las ruinas—
detuvo su trabajo
apenas un respiro
para ver a los demás
y beber un poco de agua
que el dorso de la mano
pasara por la frente, por la nuca
quemada que su esposa besó
a la hora del baño
quizá fue el estallido, el ardor
que trastocó el ritmo franco
de los picos
pero alzó la mirada
vio la danza de hombros
y brazos calcinados
que hundían la herramienta
entre el tiempo y la tierra
no se inclinó por la pala
en un instante entendió
que quien cava encuentra zanjas
· · · · · · ·
UNO DE ELLOS
—muy joven todavía—
estudiaba la sombra de sus padres
había pequeños objetos de piedra
en la piedra había pieles y palos afilados
y un inmenso costillar lleno de moscas
y un charco de sangre en la entrada
quizá una noche reunidos frente al fuego
oyeron el relámpago
y vieron el destello
y callaron
el hombre escuchó otra vez aquel rugido
y apartó a la mujer
una pareja de hurones bebió las gotas de semen derramado
luego los viejos al clarear
dijeron que era tiempo
y alguien gimió
y a la mañana siguiente se marcharon
· · · · · · ·
UNO DE ELLOS nunca duerme
como no duerme nunca caza
ni pelea
como no duerme apenas come
pues sólo come aquel que mata
o que guerrea
como no duerme no conoce a la mujer
aunque una vez pudo frotarse
con la pierna de su madre
como no duerme casi siempre
está solo con el fuego
y la piedra de tallar
sus hermanos van al bosque
y le arrojan los pellejos
como no duerme los demás le dicen lobo
lengua de lobo que hace formas
en la noche
y pronuncia palabras imposibles
como no duerme él conoce el firmamento
y pronostica el embate de las aguas
de las tormentas que supuran de la luna
como no duerme sabe ver
que las estrellas van bajando como un río
hasta mojarle el espinazo a los barrancos
y sumergir las sepulturas
y atiborrar las ramas altas de animales
como no duerme ve las aguas desbordar
ve el aluvión del valle blanco
donde duermen los que cazan
y se arriman
oye a los pájaros que vuelven al calor
como las hembras cuando gozan y se hinchan
oye gemidos que lo agitan
que desordenan las estrellas
y entonces talla de nuevo su piedra
como no duerme talla a solas una runa
talla su vientre y sus piernas y su miembro
que enloquece y nadie más tallará
hasta que aúlle de nuevo
y su voz anuncie el viento y la hojarasca
y su piel vista el pelaje de los ciervos
como no duerme
por la noche las mujeres van a él
y él se harta de su carne y de labrar el valle húmedo
porque ya sabe que los fríos arrasarán
toda la carne y la madera
cuando no se ven las estrellas
funde un puñado de grasa
y derrama la flama en el cuenco
así ilumina la noche
y cosecha las palabras
así se queda tranquilo aunque no duerma
en Palas, 2013-2017
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