martes, mayo 19, 2020

«Happy endings», de Jessica J. Díaz

Fragmento





More and more then it is wonderful in living the subtle variations 
coming clear into ordered recognition, coming to make everyone 
a part of some kind of them, some kind of men and women.
Gertrude Stein


Ese, mi príncipe.
(variaciones sobre el Príncipe azul)





Príncipe azul
(presente)








                                                                                  gracias por,
                                                                                  arruinarme
                                                                                  la vida.










Príncipe azul
(presente)




Te pienso a cada instante.
Gracias por
no
dejarme
ser.











Príncipe azul
(presente)




Te pienso a cada instante.
Gracias por complicarme,
la vida.
Para ti, unos poemas.





                                                                                                  Un abrazo
                                                                                                  desde el DF









Príncipe “azul” o príncipe a secas, siendo el 12 de octubre del año 2013, día de la Raza, unos kilómetros al sur del Trópico de Cáncer, que atraviesa Matehuala, San Luis Potosí (población apenas, 9 hombres, 10 mujeres) en un tercer piso de un edificio viejo, con patio central, pocas plantas, cucarachas, un poco de sol que entra por la ventana, temperatura 21ºC, sábado, Ciudad de México, al cierre de una inclemente temporada de lluvia, la elaboración de notas sobre un ente llamado “Príncipe Azul” una forma aristocrática estéril, nada americana, una “idea” que ha arrasado, y arrasa peor que todo, o casi, nunca es bueno exagerar, mi príncipe.









Príncipe azul
(presente)




Te pienso.
Gracias por
arruinarme.
Para ti, estos poemas  











Príncipe azul
(yo, de nuevo)



Te pienso.
Gracias por
la ruina.
Para ti,
esto.









No recuerdo una sola película de príncipes y princesas en la que aparezca un volcán. Sería probable que en el segundo acto el volcán que hiciera erupción y devorara al reino entero, sin tiempo para el beso restaurador, la salvación. Luego, el volcán sepultaría a todos bajo lava. Nadie se salvaría, ni la princesa ni el príncipe cuyo amor se ahogaría en ácido sulfhídrico. Quedarían petrificados, cristalizados. 10,000 años después serán encontrados por una nueva civilización que nada sepa ya de esos temas y piense que son solo rocas porosas o aquellos fugitivos que trataban de huir del azufre y los vapores del volcán –como decía Plinio– o que fueron ahogados, quemados por las altas temperaturas de ese volcán, eso, si estuvieran enamorados, en alguna película de príncipes y princesas, y si no fuera claro, una película de Hollywood, ya que ahí, todo, todo puede pasar.









Príncipe azul


Te pienso.
Te deseo.



querido tú



Ven:

Quando giungon davanti a la ruina,
quivi le strida, il compianto, il lamento;
bestemmian quivi la virtù divina.


Sí,



te espero


                                                                                                  Julieta








Querido príncipe,



si no sabes usar los cubiertos
adecuadamente ni
los ordenas bien sobre
la mesa
si eres daltónico
y no haces ejercicio
si tienes pesadillas
y no puedes dormir
y te gusta el fútbol, el basketball
o ves sólo la final del mundial
o eres un poco femenino
y te da por hacer dibujitos y venderlos
en una galería
si sabes cocinar
si te gusta el chocolate
y el chocolate artificial
si no haces mucho ejercicio
o estás obsesionado con afilar
tus músculos
si eres un poco obsesivo-
compulsivo
si ya estuviste casado con una blanca
nieves
y te dio no sé qué vivir tanto tiempo con
una mujer de
tez tan blanca y pelo negro
si te gusta la poesía concreta y crees
en Pound y crees
que el cine es una cuestión de
forma
o que importa más la historia
si coleccionas videos porno
si prefieres no separar los labios en
un beso
si sabes qué son los campos magnéticos
campos gravitacionales
campos eléctricos
un campo gravitacional alrededor de la Masa
si tienes pelo quebrado castaño
o eres mas bien güero
si reconoces que hay gravedad en medio de las líneas
alrededor de la masa y que
es más intensa si están
cerca de la tierra
estás líneas que se extienden infinitamente
el miedo que se extiende infinitamente
la gravedad siempre atrae
así como los príncipes siempre atraen
sólo hay que estar cerca de la
masa sólo hay que saltarse
el miedo
sólo hay que estar ahí cuando llegue
sin debilitarse al estar a
grandes distancias
con campos eléctricos alrededor
cargados
cada carga tiene un campo eléctrico
y cada carga en movimiento tiene un campo magnético
un campo magnético que llega en forma
de príncipe azul y te rodea
igual que a la masa
esos electrones cargados
girando alrededor en un loop
infinito
si gravitas también
príncipe en un campo
magnético mi domicilio es
interior
5
en esta calle












EL PRÍNCIPE




CAPÍTULO XVII





DE LA CRUELDAD Y LA CLEMENCIA; Y DE SI ES MEJOR SER AMADO QUE TEMIDO, O SER TEMIDO QUE AMADO






                                                                                                  Nicolás Maquiavelo














2018










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