Sueños y sueños vinieron
al cumpleaos de los jazmines.
Odiseo Elitis
Regresemos
a nuestras huertas –digo-
que
nuestras madres
no
solo fueron hechas para llorar.
Que
nuestros padres
no
nacieron para morirse de viejos
y
nuestros barcos
no
cambian de rumbo consecutivamente.
Regresemos
a las huertas –digo-,
que
en ellas surgirá lo maravilloso
y
hasta la rebeldía tendrá aurora propia.
La
sangre no solo servirá
para
gastarse inútilmente.
La
espuma será el frente que golpee
nuestra
complacencia,
y la
libertad sucederá nuevamente
entre
los surcos.
Regresemos
a nuestras huertas –digo-.
Ahora
que somos el molino de los vientos,
que
muchísima agua ha pasado
bajo
nuestros quilantales
y
hemos vuelto a mudas de pastos
y de
dientes.
en Los Cantos Ocultos, 2008
Compilador: Jaime Huenún
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