lunes, diciembre 17, 2018

“Amén”, de Cecilia Gajardo





Dije que sí
que siempre
que el fin
que la certeza
que las mañanas
que la promesa
que lo nuestro
que lo único
que la soberbia
que tú, yo, nos, para, por, sin.
De pronto me hablaste como persona con camisa,
me hiciste un cariño paternal
dejando destrozado mi peinado,
de pronto tomaste con tus manos mis rodillas
y las juntaste,
de pronto no adivinaste lo que escribía en tu
espalda.
Que tú, yo, nos, para, por, sin.
Al lado de un niño que duerme
el silencio contenido,
el silencio histérico de querer gritar de placer,
la cama aguda que quiere crujir,
las paredes que ríen al ver lo nuestro:
el ceño fruncido de la concentración.
Del no gritar.
Que tú, yo, nos, para, por, sin.
Llevarte a un bar en este caluroso verano
que el ventilador se mueca por inercia
y las sillas quemen,
que las moscas se adhieran al pegamento de mi
piel,
de la tuya.
Que tú, yo, nos, para, por, sin. Amén.



en Piel verano, 2017
Libros La Calabaza del Diablo











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