jueves, mayo 12, 2016

“Dios es un masturbador”, de Gregory Corso







Amigos, el sexo nunca ha sido
más que una fusión
de cuerpos que se hacen
mutuamente
lo que les agrada
hacer
a ellos y la evolución
ya sea por deseo
desesperación
o necesidad
No sirve a otro propósito
que el propósito del amor
y la vida
Los sexualistas
son un producto del sexo
Estamos hechos por el sexo
El sexo hizo al Ejército de Salvación
Somos sexo
No hay nada oscuro
en esta magia
Y esas punzadas de lascivia
que te angustian
Esos sueños impensables
que te llenan de duda
-mientras las alegrías salvajes emitan
desde un espíritu entusiasmado
¡muerde el polvo! ¡grita!
Gracias a Dios los pensamientos de uno
excitan tanto como la carne
Gracias a Dios hay un lugar
en todo este él y ella
y él y él
y ella y ella
para un mí y mí…



en Poesía beat, 2006






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