lunes, febrero 29, 2016

"El oso", de Moris






Yo vivía en el bosque muy contento,
caminaba, caminaba sin parar.
Las mañanas y las tardes eran mías,
por la noche me tiraba a descansar.

Pero un día vino el hombre con sus jaulas,
me encerró y me llevó a la ciudad.
En el circo me enseñaron las piruetas,
y yo así perdí mi amada libertad.

"Confórmate", me decía un tigre viejo,
"nunca el techo y la comida han de faltar,
sólo exigen que hagamos las piruetas
y a los niños podamos alegrar".

Han pasado cuatro años de esta vida,
con el circo recorrí el mundo así.
Pero nunca pude olvidarme de todo,
de mis bosques,
de mis tardes y de mí.

En un pueblito alejado,
alguien no cerro el candado,
era una noche sin luna,
y yo deje la ciudad.

Ahora piso yo el suelo de mi bosque,
otra vez el verde de la libertad.
Estoy viejo, pero las tardes son mías,
vuelvo al bosque,
estoy contento de verdad.




en Treinta minutos de vida, 1970

























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