¡No soy nadie! ¿Quién eres tú?
¿También no eres nadie?
Entonces somos dos – ¡no lo cuentes!
Nos han desterrado, bien lo sabes.
¡Qué deprimente ser alguien!
¡Qué impudicia repetir tu nombre
todo el santo día como una rana
a un pantano que te admira!
1891
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