"La guardia", de Pierre Terrin

Fragmento

Al romper el silencio, el ciclista ha confirmado su estado anímico. La muerte suena como el giro de una llave. No hay nadie en la ciudad, excepto un imbécil en una vieja bicicleta y dos guardias en una bodega. Harry estaba equivocado. No existe un último residente en el edificio de la izquierda, ya que después de todo este tiempo no habíamos visto ninguna señal de vida. Todo el mundo se ha ido, todo el mundo ha huido. La ciudad no fue evacuada, simplemente sus habitantes sobrevivieron lo mejor que pudieron.

Harry, yo y el ciclista loco nos hemos quedado atrás. Nadie nos informó de nada. Algunas personas habían predicho que un nuevo tipo de guerra había llegado –convenientemente era conocida como la nueva guerra. Una guerra cuya existencia misma estaba sujeta a la pregunta, sin que nadie supiera si nos hallábamos en medio de esa conflagración o si aún no había siquiera comenzado. Algo propio de una novela futurista. Las armas usadas, las heridas causadas y sus objetivos nadie los conoce. Y ésa es la característica principal de esta guerra mundial. Eso es lo que hace que todos huyan: el enemigo es desconocido.

De bewaker, 2009