viernes, julio 04, 2014

"La casa a oscuras", de Javier Bozalongo

Dos poemas


Recibidor


Todo lo construido tiene aquí su principio.

Entre una puerta y otra
damos la bienvenida a las visitas.

Encima de la mesa siempre hay sobres
con los reclamos de los mercaderes,
y casi nunca cartas que
acerquen el calor de quienes ya se fueron.

Nos recibe en silencio el tiempo abandonado.





Tsunami


Cuando una mariposa aletea en Japón
a más velocidad que costumbre,
llegan a California enormes olas.

No pasa nada.

Siempre habrá un japonés que coleccione insectos
o un americano al que apasione el surf.

Si las olas, en cambio, golpean en la orilla
de la pobreza
habrá desolación, miles de muertos,
reclamaciones a dioses ausentes,
tristes imágenes
en las noticias vespertinas
y, de repente, olvido.

El mar vuelve a su sitio
y en la memoria de quien no sea ahogó
sólo queda la espuma.

Algún occidental ganará un premio
gracias al reportaje que le cambió la vida:
sirvan sus beneficios
para el orgullo de la fundación
que adoctrina a las víctimas.

Es fácil predecir
catástrofes pasadas.





Visor, Madrid, 2009























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