Recibidor
Todo lo construido tiene aquí su principio.
Entre una puerta y otra
damos la bienvenida a las visitas.
Encima de la mesa siempre hay sobres
con los reclamos de los mercaderes,
y casi nunca cartas que
acerquen el calor de quienes ya se fueron.
Nos recibe en silencio el tiempo abandonado.
Tsunami
Cuando una mariposa aletea en Japón
a más velocidad que costumbre,
llegan a California enormes olas.
No pasa nada.
Siempre habrá un japonés que coleccione insectos
o un americano al que apasione el surf.
Si las olas, en cambio, golpean en la orilla
de la pobreza
habrá desolación, miles de muertos,
reclamaciones a dioses ausentes,
tristes imágenes
en las noticias vespertinas
y, de repente, olvido.
El mar vuelve a su sitio
y en la memoria de quien no sea ahogó
sólo queda la espuma.
Algún occidental ganará un premio
gracias al reportaje que le cambió la vida:
sirvan sus beneficios
para el orgullo de la fundación
que adoctrina a las víctimas.
Es fácil predecir
catástrofes pasadas.
Visor, Madrid, 2009
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