En
la soleada primavera de marzo y abril,
Cuando
el agua y la hierba son
Del
mismo color, conocí a un joven que
Andaba,
indolente, por el camino.
Cuánto
siento no haberlo conocido antes.
En
la soleada primavera de marzo y abril,
Cuando
el agua y la hierba son
Del
mismo color, alzo la mano y cojo
Flores
de las enredaderas. Su
Perfume
es como el aliento de mi amor.
Llevo
cuatro años, cinco ya, esperándote.
Durante
esta larga espera mi amor
Se
ha vuelto pena. Ojalá pudiésemos
Marcharnos,
volver a algún lugar
Solitario,
donde pudiera entregar mi
Cuerpo
por entero a tus abrazos.
Siglo III
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