Tres búhos me picoteaban anoche
las pupilas.
-Ah, están casi maduras:
las doró con cuidado (decía uno)
el mismo gusano que colorea la luna.
-Están llena, decía otro, golfos, páginas
por las cuales pululan los enormes instantes
que no llegaron a hilvanarse aún.
-A mí también me gustan terriblemente (decía el tercero):
son como las resinas de aquellos frutales
que en Arabia, en lugar de frutos,
sudan en lágrimas el sueño que los roe.
-Apuraos, apurad (gritaban los tres)
mientras todavía el sol no cae en ellas:
el mirar en tu torno tanta simulación
les quema el jugo y las hace agrias…
en Seis poetas rumanos contemporáneos (Compilador Omar Lara), 1993
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