Una pequeña torsión de su cuerpo
y ya
está atrapada.
Verdes
lacias
sus escamas relucen
viscosas en el rechoque de dientes.
Una lengua
larga
dividida
penetra
socava hasta infiltrar el vacío
la oquedad oculta entre huesos
el suspiro
que sale por el ojo ciego
el inútil deseo cogido entre los pechos
prendida entre el ropaje
el cuello ansioso
la mirada ausente
la trampa ahí
la trampa aquí en la carne tibia
en la mano que acerca el silencio
hasta hacer rendir el pequeño gesto de voluntad.
Miedo
pujo
pasión tremenda
huestes
quejidos
gritos furibundos
satisfacción
y ratonera.
Una vida en manos de la muerte.
en Entre lagartas, 1999
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