domingo, febrero 03, 2008

“Reunión: John Cage, Marcel Duchamp, Música electrónica y ajedrez”, de Lowell Cross

Fragmentos




El 5 de Marzo de 1968, John Cage y Marcel Duchamp llevan a cabo Reunión, una performance en la que los juegos de ajedrez determinaron la forma y el ambiente acústico de un acontecimiento musical. El concierto -celebrado en el Ryerson Theatre, Toronto, Canadá- empezó a las 8:30 de la noche, y concluyó aproximadamente a la 1:00 de la mañana. Los intérpretes principales fueron John Cage, quien concibió la obra; Marcel Duchamp y su esposa Teeny.

Teeny Duchamp, vió como su marido (blancas) derrotaba a Cage (negras) en tan sólo media hora -a pesar de su desventaja de un único caballo -después de lo cual Cage (blancas) y Teeny (negras) jugaron una segunda partida hasta la 1:00 a.m. aproximadamente, en presencia de un público menguante de menos de 10 personas, una de las cuales gritó: "¡Otra!". Duchamp memorizó los últimos movimientos y posiciones de las piezas en esta partida interminable, ganada finalmente por Teeny en New York unos pocos días después. No queda constancia de las jugadas de ninguna de las partidas de Reunión.

"Con el nombre de Reunión, el acontecimiento constaba de Cage y Duchamp (y después Cage y Teeny) jugando al ajedrez sobre un tablero que había sido equipado con micrófonos de contacto; cada vez que una pieza era movida, hacía sonar una gama de ruidos electrónicos amplificados e imágenes osciloscópicas en pantallas de televisión visibles para el público".

En realidad, las funciones del tablero dependían de la ocupación o desocupación de los 64 fotoresistores (uno por casilla). Ante la insistencia de Cage, fueron suministrados emplazamientos internos para micrófonos de contacto, de modo que el público pudiera escuchar el movimiento físico de las piezas sobre el tablero si una oportuna conjunción de inputs, outputs y jugadas daba lugar (por casualidad) a ello. A lo sumo, esos sonidos eran débiles "thunks", aún cuando estuvieran muy amplificados. Las imágenes osciloscópicas surgidas de mis pantallas de televisión monocromo, modificado y color, proporcionaban control visual de algunos de los acontecimientos sonoros que pasaban en el tablero. Obviamente, Reunión iba a ser una celebración pública del gusto de Cage por vivir la vida de cada día como una forma de arte.

El compositor había venerado a Duchamp desde su primer encuentro en 1942, pero mantuvo su distancia "al margen de la admiración". Finalmente Cage encontró el suficiente coraje para pedirle a Duchamp lecciones de ajedrez, fundamentalmente como un modo de ir conociéndole.

La expectativa de Cage respecto al sonido en movimiento durante la partida se cumplió varias veces en el transcurso de la velada. Por ejemplo, si Duchamp (blancas) movía su reina desde reina 1 (D1; entrada 1, salida F) hasta el alfil de rey 3 (AB3; entrada 1, salida B), el sonido presente en la entrada 1 se desplazaría desde el altavoz del fondo de la sala (F, sur) hacia el altavoz frente al público, justo debajo del centro del escenario (B, norte). Además hubo consecuencias secundarias a la elección del sonido y el movimiento, surgidas de las sombras de las manos y los brazos de los jugadores cuando movían las piezas; esos elementos adicionales gustaron enormemente a Cage.

Aunque se suponía que Reunión debía proporcionar una atmósfera acogedora, también era completamente teatral, con papeles bien definidos para las estrellas (sentadas en el centro del escenario) y los actores menores.

Una parte importante de la estética de la indeterminación de Cage se centró en su deseo de alejar su personalidad de su arte. Era capaz de llevar a cabo, y justificar, su "sistema" -y eso es lo que era, un sistema bien definido- indeterminado mediante el uso de significaciones extramusicales para realizar sus obras. Su búsqueda de lo "determinado indeterminado, u obra indeterminada" fue elegantemente definida en su concepto de Reunión, pero en tanto interpretación musical, la realización final de la obra en realidad quedó inclonclusa. Una partida terminó demasiado rápidamente como para permitir que las ideas fundamentales fueran completamente experimentadas por el público; mientras la otra se hizo tan larga que tuvo que ser aplazada debido al agotamiento de los protagonistas y la disminución del público. Finalmente, las circunstancias presentes en Reunión no permitieron la correlación entre la elegante solicitud del sistema de indeterminación de Cage y su esperanza fundamental de que la elegante partida de ajedrez pudiera aportar elegantes estructuras musicales. Las partidas obviamente no fueron elegantes, y en cuanto a mí, no tenía esperanza de que ellos aportaran estructuras musicales elegantes, o incluso interesantes. Después de este acontecimiento inconcluso, ¿qué quedó de Reunión? Lo altamente teatral, la apelación de Cage al intelectualismo y a la vida cotidiana.

Los críticos del diario de Toronto fueron unánimes en su indignación con Reunión. William Littler, crítico musical del Star, escribió un titular diciendo que el acontecimiento había sido "en extremo aburrido".






en Leonardo Music Journal
Fotografía: Cage y Duchamp en “Reunión”, 1968







3 comentarios:

anais dijo...

Dos genios, una genialidad.

Gracias por publicar este texto.

dscntxt-3 dijo...

de nada Anais, para eso estamos...

Anónimo dijo...

Muy bueno, vamo arriva, de uruguay, bo.