La nieve es un esfuerzo, nunca duerme,
nunca puede dormir. La nieve última
quizá no va a caer, quizás no pueda
volver a atar el agua en la blancura
temporal de sus manos. Sí, mañana
tal vez no va a nevar, caerá la lluvia,
y en el mirar de Dios seremos náufragos
de muerte semanal y para nunca.
en Ayer vendrá (Poemas 1935-1984), 2010
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