sábado, septiembre 06, 2025

«En el monasterio de la montaña dorada», de Su Dongpo

Versión de Carlos Manzano de la traducción de Kenneth Rexroth




Mi tierra natal está allá arriba,
Lejos, junto a la cabecera
Del río. Como burócrata itinerante
Que soy, me han enviado al punto
En que el río entra en el mar. He oído
Decir que aquí, a diez metros de
Profundidad en la marisma de sal, se
Pueden encontrar vestigios de la
Arena, aún fría, que salía borboteando
En la fuente de Chong Ling en
Lo alto de la meseta rocosa, junto al
Sendero Meridional. He llegado
Aquí siguiendo las corrientes y las
Olas. Ahora, en lo alto de la
Torre, diviso todo el paisaje. Al sur
Del río y al norte del río, hay
Innumerables montañas azules. La
Belleza del atardecer no puede
Disipar mi pena. Vuelvo a montar en
Mi barca para el regreso. Los
Monjes, en su solitario monasterio,
Contemplan, sentados, la puesta
Del sol. La suave brisa, sobre cuatro
Mil hectáreas, forma un elegante
Brocado con las aguas. Con los últimos
Rayos del ocaso los bancos
De peces titilan en el agua. En este
Momento el alma material
De la luna nace del río. Luego, tras
La segunda ronda, después
De que se haya puesto la luna, los
Cielos quedan sumidos en una
Profunda tiniebla. Después brillan
Por entre la corriente las
Antorchas de los pescadores. Sus
Luces van y vienen reluciendo
Recordadas en el cielo y espantando
Las aves dormidas sobre el
Agua. Intento dormir, pero tengo
El corazón agitado y la cabeza
Distraída. Ni hombres ni espectros
Acuden aquí. ¿Qué es entonces?
¿Me habrá mostrado el espíritu del
Río una visión para avisarme?
Como la desembocadura del río y las
Islas me afectan así, no volveré
A este monasterio. Se lo agradezco al
Espíritu del río, pero, ¿de qué
Ha servido? Así como las aguas no
Pueden regresar a su fuente,
Nunca podré yo volver a mi tierra.




en Cien poemas chinos, 1966






Pintura original: La belleza de las montañas verdes (1679), de Wang Hui















No hay comentarios.: