(1937-2025)
Los hay más diestros, lo sé.
Pero con este
corto a tiempo el gesto oculto,
asalto la noche, cruzo las horas
y huyo galopando en potros verdes.
Los hay más fuertes, lo siento.
Pero con este
ataco, esquivo y agredo
como puedo.
Con este parto para el combate
y con él retorno
–si pierdo.
Los hay más amados, me dicen.
Pero este sabe dónde, y sabe cómo, y sabe cuándo
y nunca contaría
lo que oye y siente,
cuando en sus lechos se entreabren otros cuerpos
con secretos repentinos,
floraciones de ataque y paz.
Los hay más bellos, los veo,
en los tonos del bronce
y en el esplendor de mil calzadas.
Pero este me calza como guante
y lo hundo entero en los abrazos
y lo retiro intacto del espejo.
Los hay mejores en todo, ya lo sé.
Pero es de este que me sirvo,
es este el que me dieron,
este el que alimento,
con este como, beso y fructifico
y es con este que fecundo mi propia muerte.
en El tiempo que me escribe, 2012
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