El anzuelo de mi pregunta
cogió tu frase temblorosa:
“debería vivir contigo
lejos de todo, en una roca,
separada por tres anillos
de distancia, de mar y sombra”.
En un puerto frío del norte
se te caen al mar las horas.
Las mías tejen pesadumbre
y sonríen cuando te evocan.
A veces pasan mis recuerdos
junto a la isla misteriosa;
el guardafaro alza los ojos
y cree que son las gaviotas.
en La poesía chilena moderna (Antología), 1931
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