domingo, agosto 20, 2023

“Canción”, de Humberto Díaz Casanueva





La escucho venir poniendo el oído a una flor

mientras mi corazón se va colmando en silencio

con pájaros de veinte años, en estas tardes de luna,

la misma luna que hace subir las mareas del amor.

 

Un aire dorado le mana y su cuerpo ya sin vuelo

como un vaso solitario que el frío hiciera vibrar;

la luz del atardecer se filtra por su cuerpo

y se pierde entre pedazos de cielo y de su destino.

 

Con un sigilo de párpados, congela sus suspiros,

fascinada, cerradura de luz tiene su sueño,

en la tristeza inmóvil, usa un ruiseñor por lámpara,

da su lloro a la corriente de aire que balancea el día.

 

Sirenas de su secta, arrastran el leve olvido

junto con el vecino invierno de blancos dientes,

¡ah! mi enamorada en la profundidad del frío

respira con ese aliento fijo de las estatuas.

 

 

 

en Vigilia por dentro, 1931





















No hay comentarios.: