Él se vació de su divinidad. Debemos nosotros vaciarnos de la falsa divinidad con la que hemos nacido.
Una vez que se ha entendido que no se es nada, el objetivo de todos nuestros esfuerzos es convertirse en nada. Con este propósito se consiente el sufrimiento, con este fin se actúa, con este fin se reza.
Dios mío, concédeme que me convierta en nada.
A medida que me convierto en nada, Dios se ama a través de mí.
en Antología de mística femenina, 2023
Edición a cargo de Jimena Castro y Sergi Sancho Fibla
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