Has perdido el perfume de las noches azules
y el sonreír de las estrellas,
y ya no sabes cómo son
los días de primavera.
Tienes los sueños vacíos
de paisajes agrestes,
de voces de muchachas,
de trinos de pájaros,
de murmullos de río.
Ya no conoces la canción del agua.
No te puedes asomar
tras de las altas montañas,
ni la lluvia te moja la cara,
ni sientes el olor de la tierra,
su fuerte vaho a entraña.
¡Ya no se cansan tus pies
de tanto caminar!
¡Ay!, una sola visión y un solo canto:
la prisión y las rejas.
¡Y todavía tienes dulces los ojos,
y la mirada pace los rebaños del sueño,
y la mano blanda y sonríes!
Oh, hermano, ¿de qué estará hecho tu corazón,
y cuál será tu estrella de esperanza?
Solo que a veces tu sonrisa
sube como del fondo de un pozo
de aguas salobres:
sangre y lágrimas.
Y tus manos tiemblan,
y en tu voz se ahogan
todos los pájaros del canto.
en Costa Sur, 2022
Descontexto Editores
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