miércoles, marzo 29, 2023

«Odisea», de Horacio Eloy





Desde su nave de harapos
fue descendiendo
Dimitriv,
hambriento,
anémico descendió
desde los cielos,
cuesta abajo,
con sus pupilas
presagiadas de estrellas,
con sus cabellos
regados de aerolitos,
Dimitriv
               el mujik
descendió
                escoltado
de ángeles y querubines,
trémulo cruzó el espacio
en su chatarra apestosa,
atravesado de pesadillas
                    descendió
atormentado,
                      alucinado
a la deriva
                 de las ideologías,
sentía que el hálito
del mismísimo
         DIOS
trazaba su inexorable sino,
su ruta de santo varón,
soñaba la Plaza Roja
un domingo de ramos,
soñaba globos y niños,
soñaba un pubis glorioso,
soñaba unos labios frescos,
soñaba  bosques,
mariposas,
soñaba un Pope
de luengas barbas
tañendo campanas
simples
alegres
como una roja manzana
ya fuera
            de  temporada.




en El Cielo a Pedazos, 1995















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