Versión de Juan Carlos Villavicencio
Hace mucho tiempo un inmortal
vivía en la ladera de esa montaña
montando nubes y cabalgando dragones voladores
respiraba hondo y bebía a sorbos flores preciosas
Podía ser oído –aunque nadie lo podía ver–
suspirando sus penas y lleno de emociones
se torturaba con que no tenía compañía
por lo que el dolor y la angustia lo abrazaban.
«Estudiar lo familiar para penetrar lo sublime».
Pero el tiempo vuela y aún no sabe lo que debe hacer.
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