Recojo las velas y me detengo
en el mercado pueblerino de Huai.
Apenas llego a esta solitaria
casa de posta
Oigo el fragor de las olas
agitadas al viento.
El crepúsculo va manchando
la luz del día.
Apenas oscurece, regresa un campesino
de extramuros.
Bandadas de gansos salvajes
blanquean las juncosas islas.
En la soledad nocturna, yo,
un insomne extranjero,
Pienso en la frontera occidental,
Mientras escucho la campana
del monasterio.
en Poetas chinos de la Dinastía T’ang, 1961
Traducción de Raúl A. Ruy
No hay comentarios.:
Publicar un comentario