Raíz que cuelgas en el aire,
Quiero sostenerte,
Como un diablillo en mis manos.
Anoche, cabalgando sobre
Blancas rociadas de cuatro mil años,
Has venido a tocar mi ventana
cubierta de nieve
Y has cernido mi sueño matutino
Con una lluvia de flores de cristal.
Oh, raíz a la deriva,
Quiero apreciar el amargor
De cada una de tus radículas,
Quiero quitar con mis dedos
La tierra oculta en tus arrugas.
Pero siempre, como la nieve,
Te limitas a inclinarte ligeramente
Desde ocho direcciones
Para tocarme con tus bigotes
Y pasar de largo.
en El barco de las orquídeas (Antología), 2007
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