El hombre del Tao
que asiste a un soberano
se opondrá a toda conquista por las armas
pues tales procedimientos siempre traen consecuencias.
Donde acampan los hombres de armas
solo crecen espinos y zarzas.
Al reclutamiento de un gran ejército
siguen años de penurias.
Por eso el buen general cumple su cometido y se detiene.
No se arriesga a
la conquista.
Cumple su cometido y no se gloría por lo hecho.
Cumple su cometido y no se jacta de su victoria.
Cumple su cometido y no se enorgullece de lo logrado.
Cumple su cometido como un imperativo lamentable.
Cumple su cometido, pero no aprecia la violencia.
A todo apogeo
sigue siempre la decadencia.
Hacerse poderoso es contrario al Tao
y todo lo que así contradice al Tao perece rápidamente.
se opondrá a toda conquista por las armas
pues tales procedimientos siempre traen consecuencias.
Donde acampan los hombres de armas
solo crecen espinos y zarzas.
Al reclutamiento de un gran ejército
siguen años de penurias.
Por eso el buen general cumple su cometido y se detiene.
Cumple su cometido y no se gloría por lo hecho.
Cumple su cometido y no se jacta de su victoria.
Cumple su cometido y no se enorgullece de lo logrado.
Cumple su cometido como un imperativo lamentable.
Cumple su cometido, pero no aprecia la violencia.
Hacerse poderoso es contrario al Tao
y todo lo que así contradice al Tao perece rápidamente.
en Tao Te King, siglo IV a.C.
(aproximadamente)
Versión castellana de
Gastón Soublette
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