sábado, enero 29, 2022

«Escuchando fluir al río», de Su T’ung-po

Versión de Juan Carlos Villavicencio




Bebiendo en la Ladera Oriente esta noche,
estoy un tanto chispeante, pero sigo sobrio.
Debe ser la tercera guardia nocturna
cuando llego a casa.
Mi hijo ronca como un trueno
y nadie escucha mis pisadas.
Apoyado en mi bastón
escucho el río.
Siempre lamento
que mi existencia no sea mía.
¿Cuándo recordaré
que no hay que apresurarse por nada?
Sueña el viento en lo profundo de la noche,
la seda blanca yace sin moverse.
Pronto el pequeño barco zarpará,
navegando por el resto de su vida los ríos y los mares.















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