Vámonos para
siempre, sin llevar más escudo
que las aspiraciones a un futuro vivir;
elevemos los ojos hacia un deseo rudo
i porfiemos, porfiemos hasta llegar al fin.
Abandonemos esta
empolvillada ruta
de superficie quieta como la de un remanso
i marchemos a lo alto de una pendiente abrupta
i en todos los recodos hagamos un descanso.
Llevemos las
alforjas con agua, pan i vino
para nuestros cansancios en las largas jornadas
i subamos, subamos sin mirar el camino
i dejemos atrás estas piedras gastadas.
I cuando ya
cansados del andar trabajoso
nuestros pies fatigados no nos quieran seguir
en un recodo plano, bajo un árbol añoso,
démonos un abrazo i dejémonos dormir.
que las aspiraciones a un futuro vivir;
elevemos los ojos hacia un deseo rudo
i porfiemos, porfiemos hasta llegar al fin.
de superficie quieta como la de un remanso
i marchemos a lo alto de una pendiente abrupta
i en todos los recodos hagamos un descanso.
para nuestros cansancios en las largas jornadas
i subamos, subamos sin mirar el camino
i dejemos atrás estas piedras gastadas.
nuestros pies fatigados no nos quieran seguir
en un recodo plano, bajo un árbol añoso,
démonos un abrazo i dejémonos dormir.
en Esta es mi sangre,
1918
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