martes, agosto 31, 2021

«‘¿Por qué detenerse en un percebe?’: Made to Seem (de Rae Armantrout, 1995)», de Lydia Davis

Traducción de Eleonora González Capria
 




Creo que antes era más «surrealista», 
aunque solo hacía referencia a lo que veía.
Rae Armantrout, 2017


En sus cartas y otros escritos, como en su literatura, Rae Armantrout es breve, concisa; cada palabra resulta esencial, nada tiene una función meramente decorativa, si bien en sus poemas escribe sobre lo decorativo de las calles, las mentes, la cultura estadounidense. La brevedad, probablemente obtenida por destilación, es inherente a su obra: escribe poemas que no suelen ser largos, con estrofas de unos pocos versos y versos cortos, a menudo de tres palabras, donde faltan los conectores, o están implícitos, y quienes leen deben establecer las conexiones y a veces inventarlas. La poesía de Armantrout le exige al lector que piense, y dado que el pensamiento de Armantrout es un participante activo y explícito, a menudo, la mente del lector dialoga con la de la autora en la página. Armantrout no da nada por sentado, sino que pone a prueba y ensaya cada idea, fuera y dentro de los límites de la página, ya que las palabras y su disposición en la hoja se ponen a prueba y se ensayan. Es cierto que tiene reacciones, y pensamientos, veloces, pero la velocidad está precedida por una reflexión larga y paciente, fuera y dentro de los límites de la página.

No, en ella no hay tal cosa como el palabrerío. Palabrerío es el nombre de una ciudad que queda a miles de kilómetros de San Diego, igual que Falsa Finura, Lírica Vacua, Tedio Total, Sentencias Paranada y Discursos Demás. No pretendo decir con esto que sea solemne.

          Los rectángulos ejemplares 
          de Chevron.

El sentido del humor no está al alcance y nada más, sino fundido con la sustancia misma, la carne, de todas sus interesantes ideas, sus observaciones de esta sociedad extraña:

          Aquí protesto
          por los nombres cursis
          de lugares como «Dreamland». 
          Igual, cuando amanece está claro 
          que el club sórdido
          es, en verdad, la condición del ser.

¿Qué hace este ingrediente humorístico? ¿Es el humor una carga de emoción intensa, pero bajo una forma que podemos tolerar e incluso disfrutar? El de Armantrout suele construirse a partir de la incongruencia.

Cuando le escribo tiendo a poner ciertas palabras entre comillas, como por ejemplo «sociedad», «nosotros», «poesía», «felicidad», cosa que no hago con nadie más. ¿Por qué a Rae en particular y qué función cumplen las comillas?

Dirigen la atención a una determinada palabra, ponen de relieve el significado «recibido» de la palabra, y también subrayan cierta conciencia de las complejidades del significado o las contradicciones a menudo ignoradas por el uso más extendido de la palabra.

La conciencia que tengo al usar las palabras cuando me comunico con Rae seguramente responda en parte a su estado de alerta constante. Mi distanciamiento de las ideas recibidas quizás responda a la distancia irónica que ella adopta frente a todo, incluso frente a ella misma: con las comillas doy un paso atrás para contemplar el mundo desde su perspectiva. 




en Ensayos I, Eterna Cadencia, Buenos Aires, 2021
























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