La desdicha puede comenzar de mil modos.
Tristes ecos responden a los suspiros de pena.
Infelices lágrimas responden a palabras amargas.
Doy vueltas y miro a mi alrededor,
el blanco Sol traspasa las colinas del Oeste.
Pero no veo llegar a mi amada,
sólo veo pájaros de regreso a casa.
Pájaros que vuelan alegres
y al atardecer descansan, cada uno en su bandada.
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