El escritorio sobre el que
escribo es una antigua mesa de joyero, de madera maciza, provista de cuatro
grandes cajones, y tiene sobre su superficie de trabajo, ligeramente aplanada
en los bordes, tal vez para impedir que las perlas que antaño se calibraban ahí
no se fueran a caer al suelo, un paño negro de una textura extremadamente
apretada. Está iluminada por una lámpara articulada, de metal azul, con
pantalla cónica, fijada por una especie de abrazadera a uno de los estantes de
la pared, a la izquierda y un poco hacia adelante de la mesa. En el extremo
izquierdo de la mesa, hay dos bandejas rectangulares, de vidrio espeso,
dispuestas una al lado de la otra. La primera contiene una goma blancuzca sobre
la que está escrito en negro STAEDLER MARS PLASTIC, un alicate de acero pulido,
una cajita de fósforos que presenta, sobre un fondo amarillo naranja, un dibujo
rojo a la manera de Vasarely, una calculadora marca CASIO en la cual el número
315308, leído al revés, forma la palabra BOESIE, una especie de joya compuesta
por dos minúsculos cocodrilos entrecruzados, un pez de latón con los ojos de
vidrio, cuya aleta ventral es una manivela que permite desenrollar y volver a
enrollar el metro de modista disimulado en el interior de su cuerpo y cuya
punta no es otra que la cola móvil del animal, y, ensartadas sobre un delgado
pedazo de cartón, tres palmas de medalla, que muy finamente representan las hojas
y las bellotas de robles, sobre los cuales se han grabado respectivamente: “SÉBASTOPOL”,
“TRAKTIR” y “ALMA”. El segundo contiene un MULTI-PURPOSE SNAP OFF BLADE CUTTER
MADE IN JAPAN demarca OLFA, una pinza de depilar, un encendedor descartable
sobre el cual está escrito L’AUTOMOBILE, un marcador verde grueso, una cinta
scotch, una goma blancuzca (sin inscripciones), un abridor de acerco con mango
de nácar, un sacapuntas, un rascador de acero cuyo mango de material plástico
imita el carey, y una serie de cuadraditos recortados de manera relativamente
regular de un cartón duro; el que está arriba lleva la letra C, escrita con
marcador negro. Delante de esas dos bandejas, hay, de izquierda a derecha: un
recipiente trunco para fósforos con forma cónica, sencillamente decorado con
dos franjas color verde claro, que contienen una treintena de fósforos de azufre;
un cenicero redondo y minúsculo de cerámica blanca cuya decoración, dominada
por los verdes, representa el monumento a los Mártires de Beirut, o sea, de
acuerdo con lo que la precisión del dibujo permite juzgar, en el centro de una
plaza rodeada de edificios modernos, ornamentada con cedros y palmeras, sobre
un zócalo de piedra cuyas tres caras visibles están decoradas con coronas de
flores rojas, se alzan tres figuras de bronce: un hombre herido, caído sobre el
costado, tratando de enderezarse estirando la mano y, encima de él, encaramada
sobre un bloque de piedra sin forma definida, una mujer cubierta con un vestido
del que cuelga una manga, estirando un brazo al cabo del cual blande un ramo de
flores (o una antorcha) y con su otro brazo sujeta por el hombro a un niñito
aparentemente vestido con una tela sencilla que lleva alrededor de las caderas;
una caja semivacía de cincuenta cigarritos de marca NIC HAVANE; un rompecabezas
de doce piezas pequeñas de madera que encajan las unas en las otras de modo tal
que forman una esfera, y un cenicero de cerámica, verde con algunas huellas de
rosa y de marrón, que contiene las cenizas y las colillas de alrededor de seis
cigarritos. El fondo izquierdo de la mesa está ocupado por una caja redonda de
madera labrada provista de su tapa, y dos cuencos de madera: el más grande, de
madera marrón, contiene monedas (sobre todo, monedas de 1 franco francés); el
más pequeño, de madera oscura, contiene un botón de nácar, un dado de material
plástico azul cuyas dos caras visibles llevan, respectivamente, dos y tres
puntos blancos, un clip, una pinza de dibujo en la que está escrito POSSO PARIS,
dos alfileres y dos pesas de cobre, en forma de pirámides truncas, que pesan,
respectivamente, cincuenta gramos (250 quilates métricos) y veinte gramos (100
quilates métricos). Delante de esos tres objetos se alinean varios corales y minerales:
un ágata con irisaciones ocres, amarillas y verdosas, una piedra roja, un
pedazo de coral que evoca la garra de un pájaro o una mano de tres dedos, otro
fragmento de coral con aspecto de guante, el brillo de una esmeralda, de un
verde más bien suave, incluida en el seno de un mineral sin valor de un negro
brillante y un bloque de pirita cuyos
innumerables cristales cúbicos, muy finalmente estriados, brillan con un
destello metálico. En el extremo derecho de la mesa, encima de una pila de
hojas de un formato poco habitual (aproximadamente 40 x 30 cm), se amontonan
cinco carpetas rosadas o verdes, más o menos llenas. Sobre la que está más
arriba está escrito, con marcador negro: Corresp urgente. Delante de esa pila
de carpetas hay dos writingpads, uno verde, el otro amarillo, ambos bastante
mermados, y algunas hojas sueltas. Arriba de una de ellas, de color amarillo,
se puede leer el comienzo de una lista -Newton, el príncipe Albert, Tarzán y el
dolor de muelas, el Dr. Pluvial, dentista, Coccinelle-, cuya continuación está
recubierta por otra hoja de papel, blanco, en la cual las letras O, A, M, T y L
introducen líneas de destinos diversos: la línea o sigue derecha, las líneas A y
M se rozan y después se alejan, las líneas R y L, paralelas por un buen rato,
terminan por juntarse. La parte de debajo de ese esquema está cubierta por una
agenda forrada de cuero negro abierta en la parte media, con la esquina
inferior izquierda arrancada, del domingo 30 y el lunes 31 de marzo
(respectivamente 13ª semana, St. Amédée de S., Sol 6 h 34 19 h 17 y 14ª semana,
St. Benjamin, luna llena); hay dos indicaciones manuscritas en la agenda: una,
con tinta -llamar a Marie-, puesta alrededor de las 15 horas, la otra, con
lápiz -Marie Chaix- en la parte inferior de la página. En la parte de delante
de la mesa hay un mueblecito de madera, de aproximadamente unos cuarenta
centímetros de largo y tal vez de unos doce de alto, que tiene cuatro filas
superpuestas de seis cajones y una parte superior con forma de caja. Encima de
la tapa de ese mueble se disponen: a la derecha, un rompecabezas de tres
dimensiones compuesto por dos cajitas de madera llenas de cubos y de paralelepípedos
de dimensiones diferentes; en el centro, un despertador electrónico de cuarzo,
marca SATEK, que indica actualmente las 10:18 am; a la izquierda, un juego que
se llama de BONO L-GAME, que consiste en un damero metálico de cuatro casillas
por cuatro, sobre el cual pueden desplazarse varias fichas imantadas de color
azul, amarillo y verde; un cierto número de objetos pequeños en acero van
pegados a esas piezas imantadas: una chinche, dos pinzas “Aclé” n° 1, una hoja
de afeitar montada sobre un soporte delgado, tres clips, una horquilla para el
pelo. A la izquierda de ese mueblecito hay un cacharro cilíndrico de loza gris
clara, decorado con dos guirnaldas de flores azules entre las cuales está
escrito CAFÉ, lleno de una treintena de lápices negros, lápices de colores,
marcadores, lapiceras y utensilios diversos: tijeras, un cortapapeles, un
cutter, un portaminas. A la derecha, hay un vaso derecho de fondo espeso
particularmente lleno de bolitas de vidrio entre las cuales hay metidos unos
diez cortaplumas. En primer plano, destacándose netamente sobre la tela negra
de la mesa, hay una hoja de papel a cuadritos, de formato 21 x 29.7, casi
enteramente cubierta por una escritura exageradamente apretada en la que puede
leerse: el escritorio sobre el que escribo es una antigua mesa de joyero, de
madera barnizada, provista de cuatro grandes cajones, cuya superficie de
trabajo, ligeramente aplanada en los bordes, tal vez para impedir que las
perlas que antaño se calibraban ahí no se fueran a caer al suelo, está cubierto
con un paño negro de una textura muy fina. La ilumina una lámpara articulada,
de metal azul, con pantalla cónica, fijada por una especie de abrazadera a uno
de los estantes de la pared, a la izquierda y un poco hacia adelante de la
mesa. En el extremo izquierdo de la mesa, hay dos guardaplumas rectangulares,
de vidrio espeso, dispuestos uno al lado del otro. El primero contiene una goma
blancuzca sobre la que está escrito en negro STAEDLER MARS PLASTIC, un alicate de
acero pulido, una cajita de fósforos que presenta, sobre un fondo amarillo
naranja, un dibujo rojo a la manera de Vasarely, una calculadora marca CASIO en
la cual el número 35079, leído al revés, forma la palabra GLOSE , una especie
de joya compuesta por dos minúsculos cocodrilos entrecruzados, un pez de metal
dorado con los ojos de vidrio, cuya aleta ventral es una manivela que permite
desenrollar y volver a enrollar el metro de modista disimulado en el interior
de su cuerpo y cuya punta no es otra que la cola móvil del animal, y,
ensartadas sobre un delgado pedazo de cartón, tres palmas de medalla, que muy
finamente representan las hojas y las bellotas de robles, sobre los cuales se
han grabado respectivamente: “SÉBASTOPOL” , “TRAKTIR” y “ALMA”. El segundo contiene
Un MULTIPURPOSE SNAP OFF BLADE CUTTER MADE IN JAPAN marca OLFA, una pinza de
depilar, un encendedor descartable sobre el cual está escrito L’AUTOMOBILE, un
marcador verde grueso, una cinta scotch, una goma blancuzca (sin
inscripciones), un abridor de acero con mango de nácar, un sacapuntas, un rascador
de acero cuyo mango de material plástico imita el carey, y una serie de
cuadraditos recortados de manera relativamente regular de un cartón duro; el
que está arriba lleva escrita con marcardor negro la letra C. Delante de esos
dos rectángulos para descargar cosas, hay, de izquierda a derecha: un
recipiente trunco para fósforos con forma cónica, sencillamente decorado con
dos franjas color verde claro, que contiene una treintena de fósforos de
azufre; un cenicero redondo y minúsculo de cerámica blanca cuya decoración,
dominada por los verdes, representa el monumento a los Mártires de Beirut, o
sea, de acuerdo con lo que la precisión del dibujo permite juzgar, en el centro
de una plaza rodeada de edificios modernos, ornamentada con cedros y palmeras,
sobre un zócalo de piedra cuyas tres caras visibles están decoradas con coronas
de flores rojas, se levantan tres figuras de bronce: un hombre agonizante,
caído sobre el costado, tratando de enderezarse con la mano estirada y, encima
de él, encaramada sobre un bloque de piedra sin forma definida, una mujer
cubierta con un vestido del que cuelga una manga, estirando un brazo al cabo
del cual blande una antorcha (o un ramo de flores) y con su otro brazo sujeta
por el hombro a un niñito aparentemente vestido con una tela sencilla que lleva
alrededor de las caderas; una caja semivacía de cincuenta cigarritos de marca NIC
HAVANE; un rompecabezas de doce piezas pequeñas de madera que encajan las unas
en las otras de modo tal que forman una esfera, y un cenicero de cerámica,
verde con algunas huellas de rosa y de marrón, que contiene las cenizas y las
colillas de alrededor de ocho cigarritos. El fondo izquierdo de la mesa está
ocupado por una caja redonda de madera labrada, provista de su tapa, y por dos
cuencos de madera: el más grande, de madera marrón, contiene monedas (sobre
todo, monedas de 1 franco francés); el más pequeño, de madera oscura, contiene
un botón de nácar, un dado de material plástico azul cuyas dos caras visibles
llevan, respectivamente, dos y tres puntos blancos, un clip, una pinza de metal
negro en la que está escrito POSSO PARIS, dos alfileres y dos pesas de cobre,
en forma de pirámides truncas, que pesan, respectivamente, cincuenta gramos
(250 quilates métricos) y veinte gramos (100 quilates métricos). Delante de
esos tres objetos se alinean varios corales y minerales: un ágata con
irisaciones ocres, amarillas y verdosas, una piedra roja, un pedazo de coral
que evoca la garra de un pájaro o una mano de tres dedos, otro fragmento de
coral con aspecto de manopla, el brillo de una esmeralda, de un verde más bien
suave, incluida en el seno de un mineral de un negro brillante y un bloque de
pirita cuyos innumerables cristales cúbicos, muy finalmente estriados, brillan
con un destello metálico. En el extremo derecho de la mesa, encima de una pila
de hojas de un formato poco habitual (aproximadamente 40 x 30 cm), se amontonan
cinco carpetas rosadas o verdes, más o menos llenas. Sobre la que está más arriba
está escrito, con marcador negro: Corresp urgente. Delante de esa pila de
carpetas hay dos writing-pads, uno verde, el otro amarillo, ambos bastante
mermados, y algunas hojas sueltas. Arriba de una de ellas, de color amarillo,
se puede leer el comienzo de una lista -Newton, el príncipe Albert, Tarzán y el
dolor de muelas, el Dr. Pluvial, dentista, Coccinelle-, cuya continuación está
prácticamente recubierta por otra hoja de papel, blanco, en la cual las letras
O, A, M, R y L introducen líneas de destinos diversos: la línea o sigue
derecha, las líneas A y M se rozan y después se alejan, las líneas R y L, por
un buen rato paralelas, terminan por juntarse. La parte de debajo de ese
esquema está cubierta por una agenda forrada de cuero negro abierta en la página
del medio, con la esquina inferior izquierda arrancada, del domingo 30 y el
lunes 31 de marzo (respectivamente 13ª semana, St. Amédée de S., Sol 6 h 34 19
h 17 y 14ª semana, St. Benjamin, luna llena); en la agenda hay dos indicaciones
manuscritas en la página del domingo: una, con tinta -llamar a Marie-, puesta
alrededor de las 15 horas; la otra, con lápiz -Marie Chaix- en la parte inferior
de la página. En la parte de adelante de la mesa hay un mueblecito de madera,
de aproximadamente unos cuarenta centímetros de largo y tal vez de unos doce de
alto, que tiene cuatro filas superpuestas de seis cajones y una parte superior
con forma de caja. Encima de la tapa de ese mueble se disponen: a la derecha,
un rompecabezas de tres dimensiones compuesto por dos cajitas de madera llenas
de cubos y de paralelepípedos de dimensiones diferentes; en el centro, un
despertador electrónico de cuarzo, marca SATEK, que indica actualmente las
12:50 pm; a la izquierda, un juego que se llama de BONO L-GAME, que consiste en
un damero metálico de cuatro casillas por cuatro, sobre el cual pueden
desplazarse varias fichas imantadas de color azul, amarillo y verde; un cierto
número de objetos pequeños en acero van pegados a esas piezas imantadas: una
chinche, dos pinzas “Aclé” n° 1, una hoja de afeitar montada sobre un soporte
delgado, tres clips, una horquilla para el pelo. A la izquierda de ese
mueblecito hay un cacharro cilíndrico de loza blanca crema, decorado con dos
guirnaldas de flores azules entre las cuales está escrito CAFÉ, lleno con una
treintena de lápices negros, lápices de colores, marcadores, lapiceras y
utensilios diversos: tijeras, un cortapapeles, un cutter, un portaminas. A la
derecha, hay un vaso derecho con fondo espeso particularmente lleno de bolitas
de vidrio, entre las cuales hay metidos unos diez cortaplumas. En primer plano,
destacándose netamente sobre la tela negra de la mesa, se encuentran una hoja
de papel a cuadritos, de formato 21 x 29.7, casi enteramente cubierto por una
escritura exageradamente apretada, y una lapicera de metal dorado cuyos cuerpo
y capuchón están adornados completamente con finas acanaladuras.
en Lo
infraordinario, 2013
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