domingo, septiembre 13, 2020

«Los nombres de las calles», de Nino Pedretti

Traducción de Daniela Mishima




Las calles son
todas de Mazzini, de Garibaldi,
son de Papas,
de aquellos que escriben,
que dan órdenes, que hacen la guerra.
Nunca vas a cruzarte con
calle de uno que hacía gorritos
calle de uno que estaba debajo de un cerezo
calle de uno que no hizo nada
porque iba de paseo
arriba de una yegua
Y pensar que el mundo
está hecho de gente como yo
que come achicoria
en una ventana
contenta de estar, en verano,
descalza




en Al vòuşi, 1975
















1 comentario:

Fackel dijo...

El poema es bonito, está bien. Pero la idea que recoge es la que tiene sustancia. Yo siempre he sido más exagerado. Nada de nombres de mandatarios ni de influyentes propietarios ni de ilustres de cualquier cosa ni de preclaros ni de héroes ni de patrocinadores ni de acontecimientos históricos y menos de batallas. Acaso nada de nombres propios. Y si son propios de lugares y espacios geológicos. Anda que la naturaleza y la geografía no da para cubrir millones de calles...Y así no hay que cambiar sus nombres jamás. Y sobre todo del buen hacer de los hombres, nombres de calles con oficios, escrituras, ciencias...Calle del Decamerón, calle del Quijote, calle de Bomarzo, calle de Poeta en Nueva York y etcétera. Muchas gracias.