I
En el cielo de este Génesis,
hijo mío,
hay escombros deambulando.
Somos nosotros.
Mientras construyo un altar para las oraciones
y voy nombrando cada cosa del jardín
escucha a la hiena reír;
Dios
te está hablando.
Para crear a Dios,
hijo mío,
solo basta reproducirlo
en una máscara de piedra
y ofrecerla en el altar.
Las hienas harán el resto.
Hijo mío,
debes saber la importancia del cero
en los rituales.
El cero guarda
la maldición de Dios
que dejó esparcida la ignorancia
en nuestras cunas y nacimientos.
La vida se volvió arena.
Afuera del Edén,
el desierto
enseña demasiados secretos,
que resuenan por los acantilados.
Entonces todo
toma sentido.
El desierto es como es
porque el desierto no es otra cosa
que jardines arruinados
(unos
dentro
de
otros)
(Formando
Círculos
concéntricos
y perfectos)
en Jardín mecánico, 2020
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