sábado, julio 25, 2020

“Mi corazón en otoño”, de Po Chü-I





Escasas visitas trasponen mi puerta.
Frente a las gradas
            crecen pinos y bambúes.
La pared oriental me resguarda
            del frío del otoño;
Desde el patio que da al oeste
            sopla una suave brisa.
Siento pereza de tañer mi laúd.
Tengo libros, pero carezco de tiempo
            para leer.
En este espacio, de una pulgada cuadrada*
Solo existen la quietud y el gozo.
¿Por qué habría de agrandar mi casa?
No tiene objeto hablar mucho.
Un cuarto de diez pies cuadrados
            es suficiente para mi cuerpo.
Dos medidas de arroz me bastan
            para saciar el hambre.
Eso aparte, sin habilidad
            para manejar negocios.
Permanezco ocioso mientras recibo
            el salario del Emperador.
Jamás planté un árbol.
Nunca abrí un surco para el arroz.
No obstante, me alimento
            todos los días
Y ando bien vestido durante el año.
Sin escrúpulos de conciencia,
            sin deseos ni ambiciones.
¿Por qué habría de estar descontento?



* Es decir, el corazón.



en Poetas chinos de la Dinastía T’ang, 1977
Traducción de Raúl A. Ruy











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