lunes, marzo 09, 2020

“Una casa para Irene”, de Pedro Lastra





Palabras como sueños que crean para ti
lo real cuando amas
te regresan a la casa del bosque
la persona perdida,
o una figura semejante a ella
que ayer no más buscaba
las raras piedrecillas
ocultas por la arena en la playa.
Puedes decir su nombre en voz muy baja,
son palabras, palabras,
que también sabes musitar en griego
pues el azar
(siempre tan ocurrente con tu vida)
te llevó no hace mucho
a una calle de Atenas
que te lo recordaba a cada paso.
Repites ese nombre y ella sigue
en la pieza vecina donde escucha
el allegretto de la Séptima
y lee un libro de José María.
Y luego puedes verla junto a ti
sonriente
con el libro en la mano
y oyes tu voz que dice:
-También llega esta música hasta mí,
la música el poema del tiempo que tú has sido
y del tiempo que eres en la tierra en que estás,
nunca aquí,
porque soy el lugar del extravío,
de mi propio espejismo de la casa y del bosque.


en Poesía completa, 2016
Editorial UV de la Universidad de Valparaíso











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